Everardo González, corresponsal
SAN LUIS POTOSÍ.- La operación a la que fue sometido el varilarguero Eduardo Reyna hijo resultó exitosa. Tardó alrededor de tres horas y media, porque se tuvieron que retirar muchas fracciones de hueso que era imposible fijar.
También se colocó una placa de reconstrucción, así como los tornillos correspondientes.
El varilarguero estará en observación y permanecerá internado por un periodo de entre 48 y 72 horas.
Posteriormente, de no surgir complicaciones, será sometido a terapia para la mandíbula y más tarde, en unos meses más, se le colocarán las piezas dentales que perdió.
Eduardo Reyna hijo sufrió una dura coz en la mandíbula en una novillada celebrada en Monterrey, Nuevo León, donde debido a problemas de inseguridad en la región no pudo llegar la cuadra de pica, por lo que se echó mano de un improvisado caballo de picar que reparaba contantemente y que estuvo cerca de tumbar al padre de Eduardo, también varilarguero.
Al ingresar al Reyna hijo sufrió el duro impacto en la cara.
A pesar de lo duro y grave de la lesión, el padre del torero herido dice con gran razón: ‘Pudo haber sido mucho peor. Lo más importante es que está vivo’.
EL DATO
Eduardo Reyna hijo fue intervenido quirúrgicamente en el Hospital Central ‘Ignacio Morones Prieto’, institución gubernamental que atraviesa por una dura crisis de falta de insumos.
Personal de la institución sanitaria asegura que hay desabasto de material oncológico, así como de desabasto global de gasas, torundas, jeringas, material básico para atender a los pacientes.