La fiesta de luces regresó después de más de un año de oscuridad, y la gente lo que quiere es ver corridas de toros, por lo que la entrada fue completa, con el aforo que las autoridades permitieron en esta nueva etapa.
Nos imaginábamos que una entrada así, dejaría de tener ambiente en la plaza, pero los toreros se encargaron, junto con un público extraordinario, de poner la plaza como un caldero.
MONTECRISTO mandó una corrida muy bien presentada, que tuvo mucha calidad y fijeza, pero acusaron poca fuerza.
Sobresalieron el tercero por su calidad y un séptimo, de regalo, que no se cansó de embestir, repetidor, y que se acabó ganando la petición de indulto que no fue concedida; vuelta al ruedo.
Cumplieron Segundo, quinto y sexto. El lote de Juan Pablo, no tuvo opciones.
JUAN PABLO SÁNCHEZ, con esa materia no pudo encontrar el camino del triunfo. Quiso reponerse regalando un séptimo, con el que consiguió un triunfo clamoroso. Faenón de locura, reluciendo su temple y esa forma maravillosa de embelesar con la muleta las embestidas de los toros. Lo toreó hasta que la gente llegó al delirio. Peticiones de indulto no concedidas, para tirarse a matar y deja un estocadón en todo lo alto, y con ello recibir las orejas y el rabo.
A “vidriero” de MONTECRISTO, le dieron una merecida vuelta al ruedo.
DIEGO SILVETI dejó ir la puerta grande al fallar a espadas.
Dos faenas de gran calidad y de entendimiento, con corte clásico, con reposo y con mucho conocimiento de las distancias y los tiempos. Toreo serio, puro y de regusto, que consiguió que se le entregara el público con mucha fuerza. A los dos los quiso matar recibiendo, buscando el triunfo grande, desafortunadamente los pinchó, oyendo un aviso en el primero y ovación en el tercio con petición en su segundo.
LEO VALADÉZ salió como un volcán. En ningún momento dejó de luchar y de entregarse. Tiene ángel y le llega fuerte al tendido. Variado con capote y muleta y cubriendo los tres tercios. Aprovechó al tercero, al que después de cuajarlo y de entregarse hasta recibir tremenda voltereta, lo mató en todo lo alto recibiendo otro encontronazo. Dos orejas consiguió, junto con la puerta grande y con otro triunfo que le consolida en torero de gran futuro.
Juan Pablo Sánchez y Leo VALADEZ, salieron en hombros de la plaza, ante la locura de un público feliz de volver a ver toros.
Fotos cortesía de Manolo Briones.
