Dentro de la novillada de promoción que se celebró el reciente domingo 9 de mayo de 2021 bajo la organización de la empresa “Toro Tlaxcala” en el coso techado “La Taurina” de Huamantla, Tlaxcala, se cuenta que llamó verdaderamente la atención el desempeño del chaval queretano Juan Querencia, sobre todo por el manejo de los avíos de torear.
Presencia en el ruedo, empaque torero, personalidad y, sobre todo, conectando con el público, además de evidenciar afición, oficio, técnica de la buena e inspiración para hacer el toreo que gusta en el país, ese que arranca de lo más profundo de los aficionados los estremecedores ¡olés! Sin duda, es uno de los toreros que le van a venir más que bien al refresco generacional de la pujante torería nacional.
Sobre su desempeño en el coso de Huamantla, con el astado que le tocó en suerte y que lucía el hierro de la dehesa de Villar del Águila, ganadería hermana de la de Xajay, se comenta que Querencia cosechó fuertes aplausos al usar el capote y que con la muleta cuajó una lucida faena, misma que rubricó con una estocada, pero el burel se amorcillo y tardó el doblar, recibiendo un aviso, por lo que perdió los apéndices que ya tenía ganados.
La obtención de trofeos en un festejo es, sin duda, relevante, pero más allá del corte o no de apéndices, lo esencial, me parece, ha sido la desenvoltura y la evolución del torero en el ruedo, siempre atento y dispuesto a lo que sucedía durante el festejo y, sobre todo, dirigiendo bien y con tino la lidia de su astado.
Por ello, esperamos y deseamos que, gracias a esta actuación, el joven Juan Querencia pueda seguir sumando fechas para que continúe forjando su trayectoria taurina con bases firmes y convincentes.
FOTO: Cortesía Ángel Sainos