Gustavo Mares
El diestro y empresario Rafael Ortega asegura que depende de los propios profesionales taurinos evitar que la tauromaquia desaparezca: ‘Soy matador de toros, cumplí 30 años de alternativa en diciembre pasado, la fiesta brava es mi vida, la que me ha dado una formación, una identidad y por ello estoy agradecido con Dios, con el toro bravo y con la afición’.
‘Incursionando en el tema de la empresa taurina quisiera retribuir un poquito todo lo que me dio la fiesta de los toros, apoyar a los toreros que hay varios que tienen muchas cualidades y mucha ilusión de triunfar y, bueno, eso es casi una obligación de todos los que nacimos, crecimos y nos formamos en este ambiente y que vemos la fiesta brava como un patrimonio y como una parte de nuestra vida, que nos ha formado una cultura importante y esperando a que pase esto que está sucediendo en el mundo, particularmente en los toros, que están las plazas cerradas, sin público, hemos hecho empresa con cincuenta personas en el tendido, lo que de verdad da lástima verlas así, pero tratamos de poner un ‘granito de arena’ para que esto de la fiesta brava no se termine, porque en nosotros está el que no se acabe y que vuelva a florecer’.
