A 73 años de historia en la México… Ponce, Flores, Adame y Urquidi, en hombros

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ADIEL ARMANDO BOLIO, enviado

CIUDAD DE MÉXICO, CDMX. Martes 5 de febrero.- Se dio la décima quinta corrida de la Temporada Grande Internacional 2018-2019, festejo con el que se celebró el LXXIII aniversario de la Monumental Plaza México, donde resultaron triunfadores los espadas Enrique Ponce, Sergio Flores y Luis David Adame para salir en hombros por la Puerta Grande de “El Encierro” al repartirse seis apéndices y junto con el ganadero Eduardo Martínez Urquidi. En el cartel también estuvo el rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza, quien logró obtener una oreja.

Ante un casi lleno en el sector numerado y buena entrada en la zona general, en tarde agradable, se lidiaron ocho toros de Los Encinos, bien presentados, bravos y de buen juego en general, sobresaliendo el segundo para rejones y el primero de la lidia a pie, los que recibieron arrastre lento, además de ser ovacionado el quinto de la lidia ordinaria.

En el toro que abrió plaza, el caballero en plaza estellés Pablo Hermoso de Mendoza inició doblándose toreramente para luego templar a la grupa para dejar un sólo rejón de castigo. Vino luego brillante su toreo de costado al hilo de las tablas, incluidas las pasadas por dentro y templando a la grupa intercalando los lados realizando la llamada hermosina y dejando tres banderillas largas a una mano. Dos palos más de frente, dando el pecho del caballo, con tres giros en la cara del astado y a la mínima distancia. Y para cerrar colocó tres rehiletes cortos. Mató de estocada, echó pie a tierra y descabelló hasta el quinto golpe para dividir los criterios.

A su segundo, “Alameda”, Hermoso de Mendoza con solvencia dejó un fierro castigador y seguir toreando templadamente de costado y hacer las pasadas por dentro, colocando cinco banderillas largas de frente, además de su ceñido y valeroso toreo al estribo y a la grupa. Todavía puso dos rehiletes cortos y un par a dos manos de manera espectacular. Mató de acertado rejonazo para hacerse de un apéndice y al astado se le dio arrastre lento.

A pie, el de Chiva, Enrique Ponce, en el primer ejemplar de su lote, llamado “García Márquez”, lanceó con empeño y mejor se vio en un quite por delantales. Con la muleta, tras brindarle a don Alberto Bailleres González, inició de manera elegante caminándole al encinero para después darse a torear aterciopeladamente por derechazos y naturales, intercalando lentísimos cambios de mano por delante, toreo en redondo y los de pecho “kilométricos” y ralentizados. Ligó en un palmo de terreno y sin enmendarlo en un trasteo variado e inspirado por ambos perfiles, rubricando con dos soberbias poncinas. Acabó de estocada honda certera para obtener las dos orejas y al toro dársele el arrastre lento.

A su segundo, Ponce lo bregó con atingencia y quitó bien por chicuelinas. Con la pañosa enseñó a embestir al huidizo astado a base de doblones mandones para entonces montarse en la nube del arte y llevar a la Plaza México a alturas insospechadas de una exposición torera inconmensurable a través del manejo de sus dos manos en el esculpido de una gran obra taurina. Citar, atemperar y parar el tiempo en el surcar de la arena del enorme coso setentón fue todo un cúmulo de emoción a pesar de que el toro ya no quería nada, sin embargo, el magisterio de Ponce fue mayor. Lo mejor vino por medio de su toreo en redondo, la poncina y el molinete invertido en una auténtica “embriaguez” torera. Sin embargo, todo se derrumbó al fallar con la espada, pero lo que el valenciano hizo sentir ha sido verdaderamente emotivo, por lo que a petición del público dio una aclamada vuelta al ruedo entre gritos de ¡torero!

En el primer burel que le tocó, “Ortega y Gasset”, el tlaxcalteca Sergio Flores se mostró esmerado al manejar el capote, superándose en un vistoso quite por caleserinas. Después del segundo tercio se destocó el banderillero Gustavo Campos. Con la sarga empezó bien, pero no lograba el acomodo necesario. Vino un susto, se sobrepuso el torero y con firmeza cuajó pasajes importantes. Otro susto sorteado y ha podido más  su actitud para continuar arrimándose de verdad. Manoletinas ceñidas para cerrar y terminar de atinada estocada, siéndole otorgada una oreja.

En su segundo, “Wolf”, Flores nada hizo con el capote y su labor muleteril, a un ejemplar bravo, le ha cuajado una faena recia, artística y torera por ambos lados, intercalando adornos como la arrucina, el cambiado por la espalda, el de triunchera, el afarolado, el desdén y los de pecho, además de sus sensacionales cambios de mano por delante, todo envuelto en un marco de talento, seriedad y aguante del diestro en un trasteo más que completo. Finiquitó de pinchazo y estocada para obtener una oreja y al toro gran ovación en el arrastre.

El aquicalidense Luis David Adame en su primer ejemplar, “Vargas Llosa”, arrancó variadamente con lances a pies juntos, caleserinas y una gaonera, además de un lucido quite por chicuelinas. Con la franela, a un ejemplar que no humillaba del todo y sin mucha trasmisión, lo fue metiendo en el engaño para endilgarle templadamente series buenas por los dos perfiles, destacando su toreo en redondo, acompañado de una arrucina, del cambio de mano por delante y el forzado de pecho. Joselillinas para abrochar con valor, resultando empitonado de fea manera por el glúteo izquierdo para sufrir una cornada cerrada. Siguió en la cara para rematar la serie inconclusa y hecho un jabato matar de estocada efectiva entre gritos de ¡torero!, por lo que se le concedieron las orejas, siéndole protestada una de ellas.

Y en el que cerró la función, luego de ser atendido en la enfermería de la plaza, Luis David poco hizo con el capote, destacando su quite por delantales. Tras el tercio de banderillas, el subalterno Fernando García -hijo- se desmonteró. Con la muleta estuvo esforzado en todo momento, pero el toro no se prestaba del todo. Terminó por aliñar, falló con la espada y fue aplaudido.

FICHA TÉCNICA

LUGAR: Ciudad de México, CDMX.

EVENTO: Décima quinta corrida de la Temporada Grande Internacional 2018-2019 y festejo del LXXIII aniversario del coso.

PLAZA: Monumental México. Entrada: Poco faltó para que se llenara el numerado y buena entrada en la zona general bajo una tarde agradable.

TOROS: De Los Encinos, bien presentados, bravos y de buen juego en general, sobresaliendo el segundo para rejones y el primero de la lidia a pie que recibieron arrastre lento, además de ser ovacionado el quinto de la lidia ordinaria.

CARTEL: El rejoneador navarro Pablo Hermoso de Mendoza: División de opiniones y una oreja. A pie, el valenciano Enrique Ponce: Dos orejas y vuelta al ruedo. Sergio Flores: Una oreja y una oreja. Luis David Adame: Dos orejas y palmas. Al final, Ponce, Flores y Adame salieron en hombros por la Puerta Grande de “El Encierro”.