HUAMANTLA (www.torosyfaenas.com).- Triunfal en todos los aspectos resultó La Corrida de Las Luces, en el marco de la ‘noche que nadie duerme’. El balance artístico de la velada fue de a oreja por montera. Cada detalle del festejo se cuidó con esmero, incluso las tablas cambiaron su habitual color rojo por el blanco, al tiempo que se podía leer en ellas palabras como ‘Cultura y Libertad’.
El coso registró un lleno. Se lidiaron toros de Xajay, bien presentados y de juego desigual.
Abrió plaza el rejoneador Santiago Zendejas, en compañía de los Forcados de Mazatlán, que pegaron espectacularmente al primer intento. El caballista y el cabo de grupo dieron triunfal vuelta al ruedo.
A pie, los tres alternantes no se dejaron ganar la pelea, sabedores de que en este festejo, uno de los más importantes del calendario taurino de nuestro país, había mucho en juego. El aguascalentense Joselito Adame, oreja y silencio; el queretano Octavio García ‘El Payo’, ovación y oreja; Angelino de Arriaga, oreja y ovación.
LA PROCESIÓN
La Corrida de Las Luces tiene como prólogo una interesante procesión con la Virgen de La Caridad, patrona de la ciudad, como figura principal. La plaza, iluminada exclusivamente con veladoras, luce imponente y transmite una sensación intensa. Se conjuga la fe y la desbordante afición del pueblo huamantleco.
El Ave María fue impecablemente cantado por Isabel y Mayte Lascuráin, integrantes del Grupo Pandora. Les acompañó Manuel Alvarez, hijo de Isabel, quien demostró el talento que atesora.
Al término de la función, con la que se celebraron los cien años de la inauguración de la Plaza La Taurina, el público salió ‘toreando’ y directo a las calles a continuar la celebración, porque anoche Huamantla no durmió.
La Corrida de Las Luces es patrimonio cultural de Huamantla… y de nuestro país.
Fotos: Ángel Sainos