En el Cortijo Campo Bravo en San Juan del Río, Querétaro, se lidiaron seis toros a puerta cerrada. Fueron de las dehesas de Los Cués y La Antigua, buenos en general.
Los encargados de pasaportarlos fueron los diestros Fermín Rivera, Diego Silveti y Francisco Martínez, quienes aprovecharon cabalmente las bondades del ganado.
Los diestros fueron auxiliados en las labores camperas por un par de novilleros presentes, que aprovecharon para ‘darse las tres’.